Las primeras entradas de este blog han estado dedicadas a aportar breves pinceladas históricas sobre algunas hermandades malagueñas del Santo Rosario. Toca ahora, sin embargo, comenzar a establecer una aproximación general a estas corporaciones, cuya implantación ha de ser tenida en cuenta en nuestra ciudad de Málaga. En un primer momento, nos vamos a detener en su distribución urbana, para vislumbrar así cuál sería el plano rosariano malagueño. Y es que con ello se pretende dar al lector una imagen lo suficientemente completa y amplia del fenómeno de las hermandades del Santo Rosario en Málaga.

Por ser muy expresivo, reproducimos un pequeño texto de Narciso Díaz de Escovar, muy representativo de lo que intentamos trasladar, cuando el cronista hablaba de la Hermandad de la Aurora María. De esta forma nos dice que “sobre el origen de varias capillas o ermitas, de nuestra ciudad, es imaginable que durante fines del siglo XVII y más todavía en todo el siglo XVIII, las calles de nuestra ciudad debían verse por la madrugada invadidas por las agrupaciones de devotos que iban rezando el Santo Rosario. En todos los barrios existían algunos y en el centro mismo no faltaban; obteniendo luego limosnas que les permitían edificar sus iglesias. A esos Rosarios se debieron por tanto la mayoría de sus capillas, que a pesar de los años subsisten y que son origen de los famosos Rosarios de la Aurora[1]. Y es que, como señala Carlos José Romero Mensaque, la devoción al Santo Rosario y su expresión pública constituye “un paradigma de la religiosidad popular del Barroco a través de una de sus expresiones o uso más genuinas como el de los denominados Rosarios Públicos o callejeros, que surgen formalmente a finales del siglo XVII, pero que suponen el último eslabón de todo un interesante proceso histórico en el que la devoción rosariana fue tomando carta de naturaleza[2].

072 Carrión de Mula
Plano de Málaga. José Carrión de Mula. 1791. Fuente: Archivo Municipal de Málaga.

En el caso de nuestra ciudad de Málaga, en función de las distintas collaciones parroquiales que se establecieron tras la entrada de los Reyes Católicos, las cofradías, hermandades o congregaciones del Santo Rosario existentes desde el siglo XVI y hasta bien entrado el siglo XIX se pueden clasificar de la siguiente forma[3]:

1.- Collación de la Parroquia de San Juan:

  • Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario, establecida en el Convento de Santo Domingo;
  • Hermandad del Santo Rosario de Ntra. Sra. de la Concepción, en la Iglesia Parroquial de San Juan;
  • Rosario de Ntra. Sra. de los Dolores, en la capilla del Cristo del Perdón;
  • Hermandad del Rosario de Ntra. Sra. del Mar, en la Iglesia de San Pedro.

2.- Collación de la Parroquia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula:

  • Hermandad de la Aurora María, en su capilla propia;
  • Congregación del Santo Rosario de Ntra. Sra. de los Remedios, en la Iglesia Parroquial de los Santos Mártires;
  • Rosario de Ntra. Sra. de la Cabeza, en su capilla en la Puerta de Antequera;
  • Rosario de la capilla del Cristo de la Salud,
  • Rosario del Cristo de Zamarrilla, en su ermita propia;
  • Congregación del Rosario de Ntra. Sra. de los Dolores, en la capilla del Cristo de Zamarrilla;
  • Hermandad del Rosario de Ntra. Sra. de la Concepción, en la Iglesia de San Pablo;
  • Rosario del Cristo del Socorro, en su capilla del Molinillo.

3.- Collación de la Parroquia de Santiago:

  • Hermandad del Santo Rosario de Ntra. Sra. del Pilar, en la Iglesia Parroquial de Santiago;
  • Hermandad de la Aurora del Espíritu Santo, en su capilla propia;
  • Hermandad del Santo Rosario de Ntra. Sra. de la Concepción, en la Iglesia del Hospital de Santa Ana;
  • Rosario del Cristo de la Expiración, en su capilla propia.

4.- Collación de Santa María o del Sagrario:

  • Rosario de la Parroquia del Sagrario;
  • Hermandad de Ntra. Sra. del Rosario, en la Iglesia de El Palo.

Igualmente, no debemos olvidar a la Hermandad de Ntra. Sra. del Rosario de Churriana, núcleo urbano independiente que pasó a formar parte del municipio malagueño en 1905.

Como vemos, la totalidad de las distintas zonas de la ciudad contaban con la presencia de estas congregaciones rosarianas, lo que se constituía en un claro ejemplo del deseo de sacralización del entramado urbano, tan propio de la época.

Los estudiosos de este tipo de corporaciones[4] han venido clasificándolas en diversas categorías, diferenciadas entre sí. De esta forma, en un primer momento hay que mencionar a las Cofradías del Santo Rosario, fundadas en los conventos de la Orden de Santo Domingo o en otros templos, pero siempre bajo la tutela de dicha Orden y con la aprobación de su General. Su finalidad primordial era la de extender y aumentar esta práctica devocional. En el caso malagueño estaríamos ante el caso de la Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario, establecida canónicamente desde sus comienzos en la Iglesia del Convento dominico. En localidades cercanas a Málaga podríamos señalar los casos de las Cofradías de Ntra. Sra. del Rosario de Antequera, Vélez-Málaga y Torre del Mar, aunque en estos dos últimos supuestos no existieran cenobios de la Orden de Santo Domingo en estas localidades.

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Capilla de la Aurora María, en la ribera del Guadalmedina. Fuente: Legado Temboury.

Por otro lado se ha de tener en cuenta la gran difusión, ya comentada, que tuvo la práctica del rezo público del Santo Rosario durante los últimos años del siglo XVII y que determinó el nacimiento, no de una manera tan espontánea como se venía pensando, sino más bien organizada, de hermandades y congregaciones que surgieron para llevar a cabo el ejercicio callejero y de forma colectiva del Santo Rosario. Seguimos en este aspecto al profesor Retana Rojano, cuando afirma la posible vinculación que existiría entre el nacimiento de esta práctica religiosa y la propia Orden de Santo Domingo. No en vano entre 1690 y 1691 se documentan los primeros rosarios públicos en Sevilla, Cádiz, Córdoba y Málaga. Esta vinculación que señalamos propició que durante la centuria siguiente se viviera un auténtico florecimiento y expansión de esta piadosa práctica. Estas hermandades no dependían directamente de la Orden de Predicadores, sino del ordinario del lugar, en el caso de tener aprobadas sus constituciones, y se ubicaban en templos diferentes de los de la Orden dominica, en capillas o en retablos callejeros.

De entrada, se comprueba como todos los principales templos de la ciudad contaban, cada uno de ellos, con una organización para el rezo público del Santo Rosario. De esta forma, San Juan, San Pedro, los Santos Mártires, San Pablo, Santiago y la Parroquia del Sagrario eran sedes de hermandades rosarianas. Por otro lado, en el Hospital de Santa Ana existía, en su iglesia, el Rosario de Ntra. Sra. de la Concepción.

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Ermita de Zamarrilla en los años 50 del siglo XX. Fuente: Archivo Municipal de Málaga.

Por su parte, contaban con capilla propia, algunas de mayores dimensiones que otras, incluso llegando a reducirse a meras capillitas callejeras, los Rosarios de la Aurora María, de la Aurora del Espíritu Santo, el Rosario de la Virgen de la Cabeza, el del Cristo del Socorro, el del Cristo de Zamarrilla, y el del Cristo de la Expiración. Por otro lado, los Rosarios de la Virgen de los Dolores se ubicaban, uno en la Ermita de Zamarrilla y otro en la Capilla del Cristo del Perdón. Algunos de estos Rosarios, como veremos en las entradas subsiguientes de este blog, comenzaron a formarse en domicilios particulares o por la iniciativa conjunta de los vecinos de los distintos arrabales de la ciudad, que se organizaban para dar forma pública a la práctica del rezo del Santo Rosario. En algunos casos, con el paso de los años derivaron en verdaderas mutualidades de entierro, rasgo compartido con las cofradías penitenciales, perdiendo en cierto modo su origen rosariano.

Respecto de esta segunda categoría de corporaciones rosarianas, a día de hoy, se han podido documentar constituciones o reglas de algunas de ellas, como es el caso de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Concepción, en San Juan; de la Hermandad de la Virgen del Mar; de la Aurora del Espíritu Santo; y del Rosario de Ntra. Sra. de la Concepción, en el Hospital de Santa Ana. En el caso de los rosarios del Cristo de la Expiración; del de Zamarrilla y del Cristo del Socorro sus reglas se ubican cronológicamente en el siglo XIX imprimiendo un carácter diferente al origen rosariano de estas hermandades. Por lo tanto, aún es pronto para dividir a estas congregaciones como hermandades con estatutos aprobados por la autoridad competente o como meras agrupaciones de devotos sin reglas de gobierno, partiendo esta suposición de la posibilidad de que sigan localizándose estos documentos.

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Capilla de la Calle Agua, en donde tuvo su sede el Rosario del Cristo de la Expiración. Fuente: Legado Temboury.

Para finalizar esta primera entrada sobre la geografía rosariana de Málaga, pensamos que debemos apuntar una nueva línea de actuación para futuras investigaciones. Nos referimos al hecho de la existencia de capillas callejeras, la gran mayoría de ellas situadas en las puertas de las ciudad, y sobre las que no hemos podido documentar si existió algún tipo de movimiento organizado para el culto de las imágenes que en ellas se veneraban y que derivara en el rezo público del Santo Rosario. Sí es cierto, no obstante, que el culto de algunas de estas capillas dependían, parece ser, exclusivamente de particulares, como es el caso de la capillita de la Virgen de la Salud, en calle Granada, o de la Virgen de los Remedios, en Puerta Nueva. Por lo demás, también podemos señalar la existencia de una capilla callejera dedicada a la Virgen de los Ángeles en la Puerta de San Buenaventura, a la Virgen del Mar en la Puerta de ese nombre, y al Nazareno y a la Virgen de la Soledad, que se ubicaban en las inmediaciones de la Puerta de Granada.

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Grabado de la capilla de la Virgen de la Salud, en la calle Granada, obra de José de la Cerda. Fuente: Archivo Díaz de Escovar.

 

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[1] (A)rchivo (D)íaz de (E)scovar, 298 (2.1)

[2] ROMERO MENSAQUE, Carlos José, El Rosario en Sevilla. Devoción, rosarios públicos y hermandades (siglos XV-XXI), Ayuntamiento de Sevilla, Sevilla, 2004.

[3] Relación de hermandades según la información aportada en RETANA ROJANO, Rafael. “Las Hermandades del Rosario en la Málaga del siglo XVIII”, en AAVV, Historia devocional en la Málaga del siglo XVIII. La Antigua Hermandad del Santo Rosario de Nuestra Señora de los Remedios de la Parroquia de los Santos Mártires. Área de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Málaga y Antigua Hermandad del Santo Rosario de Nuestra Señora de los Remedios. Málaga. 2007; y que nos hemos permitido actualizar y reorganizar para la confección de esta entrada del blog en base a las aportaciones documentales realizadas en JIMÉNEZ GUERRERO, José. Capillas y cofradías desaparecidas en la ciudad de Málaga, Edit. Arguval, Málaga, 2008.

[4] RETANA ROJANO, Rafael. “Cofradías del Rosario y congregaciones rosarianas: semejanzas y contrastes a través de sus constituciones” en Revista La doble curva, Málaga, 2006, y ROMERO MENSAQUE, Carlos José, op.cit.

Fotografía de cabecera de esta entrada: Plano de Málaga de José Carrión de Mula. 1791. Fuente: Archivo Municipal de Málaga.

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